Sobre discursos de odios, nos dicen que los extranjeros son delincuentes; los opositores, chorros; los docentes, vagos; los sindicatos, mafiosos; los mapuches, terroristas; los estatales, grasa militante y los pobres, parásitos. Como sociedad acumulamos odio, en esencia contra los más vulnerados.
La empresa (privada que presta un servicio público) denuncia a una mujer que se encontraba vendiendo Chipa, la policía actúa humillándola, alguien filma y comparte el video en la red. La escena se completa con los comentarios a favor y en contra. Uno de los mensajes que encierra es la acción policial en defensa del sujeto más poderoso y en contra del sujeto más débil. Tremendo, es lo primero que me vino a la cabeza, cuanta violencia ejercida sobre esa mujer. Bien o mal, víctima o culpable, luchadora o delincuente. ¿Desde dónde se juzga ese acto de opresión? ¿Es justo, necesario? ¿Qué llevó a la mujer a desafiar su suerte intentando vender un producto popular, en un lugar privado de uso público? ¿Cuál es la amenaza que requiere semejante operativo de seguridad? ¿Por qué esposarla y arrebatarle su precaria libertad, exponerla ante un público masivo? ¿Es lo que a esa mujer le gustaría estar haciendo?
Estoy convencido que la respuesta a la última pregunta es NO, también es cierto que hay quienes piensan y dicen que se lo buscó. Al respecto comparto esta secuencia de fotos se llama “la vida que ellos quieren” y son de Morshed Mish (https://twitter.com/CaruSomoza/status/1066450281561497602)
Para tratar de entenderlo invito a recurrir a la abogada Graciana Peñafort, quien viene hablando sobre la construcción de sentido a la que somos sometidos por parte de los medios que proponen agenda. En un artículo anterior tomamos notas de ello a partir de sus respuestas a un artículo publicado por Jorge Fontevecchia. Allí manifiesta que las sociedades y los sectores que conforman una sociedad democrática tienen el derecho a disputar la construcción de sentido. No debe haber intocables o incuestionables. Ver artículo completo en https://mauricioalvez.com.ar/2018/11/06/cuando-se-pone-en-cuestion-a-los-medios-y-a-los-periodistas-se-disputa-la-construccion-de-sentido-en-una-sociedad/
Este intercambio de opiniones entre ambos tuvo secuelas, ya no sólo en las redes y medios de comunicación sino que llevó a que Fontevecchia invite a Graciana a la presentación de su libro Periodismo y verdad en la cual ella tuvo la oportunidad de hablar sobre los peligros de la construcción de sentido ante un público compuesto en su mayoría por periodistas.
Sobre el final de su presentación hizo un llamado a reflexionar sobre los discursos de odio y el tratamiento igualitario hacia la mujer.
Cuando uno dice: “Vos tenés que vivir con 15 mil Pesos”, el nivel de violencia que esto supone es atroz.
Alejandro Horowicz – Sociólogo
A continuación sugiero prestar atención a este video donde el sociólogo Alejandro Horowicz aborda el tema de la violencia, discursos, distribución del ingreso, las representaciones, acuerdos sociales y conflictos de intereses.
Administración del Poder, saberes incuestionables, verdades reveladas, portadores de voces… violencia es mentir.
El siguiente, y último, recurso que sumo a este artículo es Una tribu de salvajes sin futuro publicado en Revista Anfibia: http://revistaanfibia.com/ensayo/una-tribu-de-salvajes-sin-futuro/ que aborda la construcción de sentido a partir del “River-Boca y el país de mierda”
No es un ensayo sobre el estado del fútbol argentino ni sobre el problema de los barrabravas (para eso pueden leer el texto inmejorable que escribió Pablo Alabarces). Me interesan en cambio algunas lecturas públicas que se hacen sobre los incidentes de la final entre River y Boca. O más precisamente, esa necesidad compulsiva que tienen algunos argentinos de interpretar cualquier falencia de cualquier argentino singular como una prueba irrefutable de que somos una nación de bárbaros sin remedio y sin futuro.
Lo repiten periodistas, dirigentes y hasta intelectuales: no alcanza con erradicar a las barras bravas, igual arruinaremos todo porque somos salvajes, negros, una mierda. La pedagogía de la autodenigración, construida desde las élites pero que buena parte de la población hace propia, mezcla barras, piqueteros, anarquistas: da lo mismo apedrear un colectivo que reclamar por el derecho al trabajo. Escribe Ezequiel Adamovsky.
“Un rápido paneo por las noticias internacionales muestra que no hay nada peculiarmente argentino en la violencia de las hinchadas”, dice @EAdamovsky
Leer el ensayo en http://revistaanfibia.com/ensayo/una-tribu-de-salvajes-sin-futuro/
Antes de cerrar, les comento que jueces argumentaron “Lucía tenía sexo con quien quería” y otras frases para negar un femicidio.
Cuando muere una chica de 16 años, es porque todos, como sociedad fallamos en protegerlas. Las chicas de 16 años que mueren merecen Justicia y tambien merecen Respeto.
— Graciana Peñafort (@gracepenafort) 28 de noviembre de 2018
Gracias por llegar hasta este punto, con la inquietud de intentar reflexionar acerca de cómo contribuir a la construcción de un sentido común que relacione los actos de violencia con el sistema político y las categorías inclusión – exclusión, me despido, les dejo uno de los posteos en Twitter que hace referencia a la escena que dio inicio al presente artículo. Sentido común, no es tan común.
Una empresa denuncia a mujer que vendía #chipá. La policía actúa: no la echa, la detiene, esposa y humilla. Alguien filma el abuso. Es indignante y debe saberse lo que ocurrió ayer en la estación de ómnibus de la avenida Quaranta en #Posadas, #Misiones pic.twitter.com/NFPqe3mNMg
— ANRed #25Años (@Red__Accion) 28 de noviembre de 2018